Vivimos en una sociedad capitalista, donde tenemos cualquier excusa para celebrar, y esta no es una fecha diferente. Hemos adoptado fiestas Paganas, Celtas, judías y todas aquellas a las cuales podamos darle una connotación de celebración dejando de lado hasta nuestras propias raíces culturales. Esto a muchas personas molesta, ya que se olvida el sentido conmemorativo que este día representa para la historia. A mí, que de alguna forma he tratado de aceptar la frivolidad del contexto y la época en la que nací, me molestan más otras cosas como: la brecha salarial de género en América Latina aproximadamente del 16% para el año 2018, el creciente número de denuncias por violencia intrafamiliar en el mundo (87.000 mujeres fueron asesinadas en 2017), el matrimonio forzado, la mutilación femenina y si continuo podría escribir muchas sobre las situaciones de desigualdad que aún viven las mujeres del mundo, pero ese no es mi objetivo. Quisiera entonces hacer mi propia conmemoración de este día en que se homenajea la lucha de la mujer por su participación en la sociedad y por la equidad laboral, y así mismo se conmemora la muerte de 123 mujeres y 23 hombres en un incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York, solo como precisión histórica, esto no ocurrió un 8 de marzo sino un 25. Aunque nunca me han molestado los regalos, prefiero celebrar tomando un momento para recordar a todas esas mujeres que han permitido que estemos hoy acá, que con su lucha han abierto espacios de participación política y laboral para nosotras, gracias a quienes tenemos voz, y que lucharon contra los estigmas sociales dentro de los cuales éramos seres de adorno, quiero recordar que gracias a ellas tenemos derechos, así mismo el deber hacer un uso adecuado de ellos y seguir luchando por disminuir cualquier condición de violación de derechos humanos que sufra otro ser vivo. Quiero recordar a esas mujeres que incursionaron en carreras que parecían imposibles para nosotros, a esas que demostraron que las mujeres bellas también son inteligentes, a esas que volaron aviones y rompieron records mundiales, a esas que contribuyeron a la creación de las telecomunicaciones, a esas que con su arte les dieron fuerza a las almas perdidas, a esas que reconstruyeron países luego de las guerras mundiales, a esas que alzaron su voz por los derechos humanos, a esas que ayudaron a terminar la guerra, a esas que usan su cuerpo como una expresión artística, a esas que han decidido quedarse en sus casas cuidando de sus hijos, a todas ellas, que han decidido con su vida transformar el mundo a pesar de que crezcan sintiéndose no suficientemente seguras, inteligentes o bonitas para ser alguien en la sociedad. Se podría creer que las luchas importantes a nivel histórico ya se dieron, que todo está dicho y hecho a nivel de derechos humanos. Sin embargo, cada día veo como surgen nuevas necesidades en nuestro país y nuestro mundo a nivel científico, social y tecnológico, y cada día veo como una generación de mujeres fuertes y decididas se rebela para construir su entorno.
Hoy solo quiero recordar a todas, la necesidad de seguir rompiendo estereotipos, de reevaluar la adaptación que hemos tenido que hacer a nuestro carácter y personalidad para sobresalir en áreas en las que aún predominan los hombres, la necesidad de amarnos a nosotras mismas y entre nosotras, la necesidad de ser parte activa de la construcción de un país en paz, la necesidad de dejarnos de exigir solo para demostrar nuestras capacidades y empezar a vivir más libres y honestas. Hoy solo quiero recordar a todos los hombres que nos quieren celebrar que somos iguales y que no buscamos ser más que ustedes, pedirles que dejen de juzgarnos por algunas situaciones de radicalismo de unos grupos específicos, que construyamos un ambiente de empatía y colaboración, que dejen de subestimar a sus compañeras o a tratarlas de locas o histéricas por asumir una posición fuerte, que acepten sus vulnerabilidades y acepten que también han sido afectados históricamente por los estereotipos de género, ya que eso también sirve para alcanzar condiciones de equidad.
Día a día veo a mujeres destacándose en política, en ciencias exactas, en ingeniería, en arte, en ciencias sociales, en administración, en emprendimiento, en moda, en deportes, pero, lo que más me sorprende es que cada día veo más mujeres unidas ayudando a otros a superar las limitaciones de la cultura en la que vivimos y alcanzar lo impensable, y cada día veo más hombres que comprenden nuestra lucha, nos apoyan y nos tratan como iguales. Eso me hace sentir un poco menos decepcionada con lo difícil que se ha vuelto del mundo. Por todo esto, sea como sea que celebren este día, no olviden tomar un momento para recordar lo verdaderamente importante y es que a diferencia de las tendencias actuales de discutir para tener la razón y no para aprender del otro debemos trabajar de la mano, hombres y mujeres como iguales, ya que solo vamos a crecer como sociedad cuando nos unamos para trabajar juntos. Seamos empáticos con aquel que es diferente y trascendamos todo aquello que nos divide.
Comments